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La Columna de Dante

¡LOS HONESTOS SOMOS MÁS!

Acompañamos a plenitud al Presidente en este combate a la corrupción que no termina con la captura del corrupto. Lo más importante es cambiar el sistema que estimula la corrupción: el burocratismo con sus procesos y requisitos engorrosos. Pero sustituir al corrupto o al ineficiente tampoco es suficiente. Se debe hacer toda una revisión, con criterio de reingeniería, de la forma como funcionan las instituciones que atienden directamente los trámites de los usuarios.

“Sin moral pública no puede existir la República, ni hay libertad. Moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades”, así se expresaba el Padre Libertador en Angostura. Sin duda a partir de tan genial reflexión nació en mí esa pasión por una vida con dignidad y una repugnancia extrema a cualquier acto de corrupción, sea pública, privada o mixta.

Desarrollamos una filosofía funcional auténticamente revolucionaria, como lo pedía el Comandante Inmortal, sabiendo que es una batalla larga, que requiere hombres y mujeres probos capaces de destruir esa red tenebrosa tejida durante 40 años por mafiosos que se habían apoderado del Estado en beneficio propio y desgracia de nosotros los ciudadanos de a pie.

Hoy en el Servicio de Registros y Notarías (SAREN) actuamos como ya lo hicimos en el SAIME y el INTT, donde eliminamos cuevas de corrupción indescriptibles, aplicamos tecnología e implementamos buenas prácticas que nos permiten tener trámites con procesos más cortos, más rápidos, más seguros y menos gravosos.

Mientras más difícil se diseñe un trámite más se potencia la corrupción. Por eso nuestra solución fue sencilla y punzante: hacer todo lo más accesible y más fácil para el usuario. Eso sí golpeó duro a la corrupción, eliminó de raíz a los gestores corruptores.

Como siempre actuamos con justicia y firmeza. Desenmascaramos a los corruptos, en flagrancia, quienes han sido sancionados como marca la Ley. Establecimos un mensaje para todos los trabajadores sobre el destino que tendrían en caso de incurrir en un error de ese tipo.

Seguimos desarrollando la Cultura del Trabajo Feliz que motiva e involucra a los trabajadores en el saneamiento de la organización con resultados positivos que los usuarios siempre remarcan.

Súmense a la batalla por la dignidad y derrotaremos a la corrupción. ¡Los honestos somos muchos más que los inmorales!

Un abrazo muy fuerte.

Dante Rivas